PROYECTO DE FORMACIÓN “ONLINE”
DEL CENTRO DE ESTUDIOS JURÍDICOS
Luz Mª Gutiérrez Gutierrez
Jefe de Servicio de Formación Online
Centro de Estudios Jurídicos
A. INTRODUCCIÓN
El Centro de Estudios Jurídicos (CEJ), en el marco de su estrategia de modernización, asume el reto de introducir una metodología pedagógica a distancia basada en las tecnologías, más concretamente a través de Internet, como una nueva modalidad en su oferta formativa. Con ello, el CEJ quiere dar respuesta a las necesidades de perfeccionamiento y actualización permanente de los profesionales al servicio de la Administración de Justicia, que no siempre tienen la disponibilidad de poder trasladarse para llevar a cabo esta formación, en el momento y lugar que ésta se oferta, habida cuenta de que su tiempo y presencia en sus lugares de trabajo son muy valiosos. Se trata pues, de llevar la formación hasta los centros de trabajo de nuestros destinatarios de formación, y, más aún, de proporcionar espacios de trabajo compartido, a través de la creación de comunidades virtuales de aprendizaje, tanto en el ámbito jurídico nacional como internacional, que potencien un continuo debate e intercambio de ideas y experiencias, con la finalidad última de mejorar la calidad de la Administración de Justicia.
B. OBJETIVOS DEL PROYECTO
Para acometer el proyecto de implantación de la formación on line, el Centro de Estudios Jurídicos se plantea los siguientes objetivos a corto-medio plazo:
- El desarrollo del “Campus Virtual del CEJ”
- La formación de un equipo docente de “tele-formadores” y “dinamizadores” de formación online.
- El diseño metodológico y el desarrollo de cursos “online” y/o con metodología semipresencial.
- La virtualización de contenidos, es decir, la transformación de los materiales didácticos en contenidos para formación online.
- La creación de “Comunidades Virtuales de Aprendizaje”.
La idea es ir incorporando actividades formativas virtuales, paulatinamente, en los diferentes ámbitos de actuación del CEJ, aunque no se pretende de ninguna manera sustituir la formación presencial, sino más bien hacer convivir ésta con la virtual, de una forma complementaria y siguiendo como criterio a la hora de seleccionar una u otra modalidad, los objetivos pedagógicos que se pretenden con cada acción formativa.
Así, son muchas las áreas en las que se irá introduciendo la formación virtual:
- En los distintos planes de formación continuada, dirigidos a cualquiera de los cuerpos objeto de formación del CEJ, se irán incorporando actividades con metodología estrictamente online o combinando metodologías semipresenciales.
- En el caso de la formación inicial de fiscales, secretarios judiciales y médicos forenses tiene especial interés crear una comunidad virtual de aprendizaje, que luego se consolidara en la formación continuada.
- Para la formación de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, dado el elevado número de policías y guardia civiles a formar al año comopolicía judicial, se hace prioritaria una formación fundamentalmente virtual.
- En cuanto a las actividades internacionales, sobre todo con Iberoamérica, por compatibilidad lingüística, se abre un campo importante de acción, tanto para realizar cursos online, con el consiguiente ahorro económico y de tiempo, como para crear una “comunidad jurídica virtual iberoamericana”, siendo esto último, si cabe, lo más importante.
- Por último, en relación a los Diálogos Jurídicos que organiza el CEJ periódicamente, sería de gran interés la retrasmisión online de los mismos, así como el desarrollo de debates virtuales correspondientes a las temáticas tratadas en dichos diálogos, lo cual enriquecería en gran medida éstos.
C. ANÁLISIS DAFO DEL PROYECTO
Con el objetivo de analizar la viabilidad del proyecto de formación online en el CEJ, se realizo un análisis DAFO, herramienta que permite diagnosticar y diseñar estrategias de futuro, así como, seguir y evaluar programas de intervención.
Se trata de conocer la situación real en que se encuentra la organización, en nuestro caso el Centro de Estudios Jurídicos, a través del análisis, por un lado, de las debilidades y fortalezas que pertenecen al ámbito interno del centro y, por otro lado, las amenazas y oportunidades que pertenecen al entorno externo del CEJ, debiendo éste superarlas o aprovecharlas, anticipándose a las mismas.
A continuación se explican brevemente los conceptos manejados en el Análisis DAFO:
Debilidades: también llamadas puntos débiles. Son aspectos que limitan o reducen la capacidad de desarrollo efectivo de la estrategia de la organización, constituyen una amenaza para la misma y deben, por tanto, ser controladas y superadas.
Fortalezas: también llamadas puntos fuertes. Son capacidades, recursos, posiciones alcanzadas y, consecuentemente, ventajas competitivas que deben y pueden servir para explotar oportunidades.
Amenazas: se define como toda fuerza del entorno que puede impedir la implantación de una estrategia, o bien reducir su efectividad, o incrementar los riesgos de la misma, o los recursos que se requieren para su implantación, o bien reducir los ingresos esperados o su rentabilidad.
Oportunidades: es todo aquello que pueda suponer una ventaja competitiva para la organización, o bien representar una posibilidad para mejorar la rentabilidad de la misma o aumentar la cifra de sus negocios.
En cuanto al análisis DAFO realizado del Centro de Estudios Jurídicos, sin pretender ser exhaustivos, se pueden concluir los siguientes datos:
DAFO: PROYECTO DELA FORMACIÓN ONLINE EN EL CEJ
FECHA: 2007
OBJETIVO: Analizar la viabilidad del proyecto de formación online en el CEJ
PRODUCTO: Actividades formativas virtuales. Comunidades virtuales de aprendizaje.
SITUACIÓN EXTERNA:
OPORTUNIDADES ( ventajas que habría que aprovechar)
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AMENAZAS (no dependen de nosotros directamente)
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Posibilidades de Financiación (plan extraordinario)
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El mercado de productos online es bastante caro (plataformas, cursos, diseño de materiales didácticos…)
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Convenio con una Universidad: Una forma de abaratar el coste económico y facilitar la forma de trabajo.
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Tipo de mecanismo de gestión económica y presupuestaria de la Administración
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Plan de Modernización de la Administración de Justicia
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Pertenecemos a redes europeas (EJTN) e iberoamericanas (RECAMPI) en las que ya se ha incorporado la formación online
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Demanda de algunos de nuestros colectivos de formación online: Abogados del Estado, Fiscalía…
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SITUACIÓN INTERNA:
FORTALEZAS
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DEBILIDADES
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Tipo de formación, de carácter teórico o práctico, pero que no necesita el entrenamiento en destrezas manuales
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Falta de cultura “informática” por parte de los usuarios, tanto alumnos como profesorado
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Alta motivación del personal del CEJ implicado en el proyecto: Servicio de formación online y Servicio de informática.
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Desmotivación de alumnos de formación inicial (años de dedicación exclusiva a preparar la oposición)
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Personal informático altamente cualificado de apoyo al proyecto
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Escasos recursos humanos asignados al proyecto
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Ya tenemos bastantes materiales didácticos en formato digital
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Resistencia al cambio de profesionales de la Administración de Justicia
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Amplio ámbito de actuación del CEJ: Nacional (toda la geografía española) e Internacional (Iberoamérica)
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D. MARCO TEÓRICO DE REFERENCIA PARA EL PROYECTO
Una vez analizadas las variables que pueden incidir en el proyecto, se hace necesario tomar como referencia un marco teórico en el que apoyarse a la hora de tomar decisiones metodológicas de cara a la implantación de la formación online en el CEJ.
Empezaremos analizando algunos errores que a menudo se encuentran en relación a la incorporación de las tecnologías de la información a la formación.
El mayor peligro que ha hecho caer en cierto descrédito la formación online ha sido creer que la utilización de tecnologías, garantiza por si sola, el aprendizaje.
La sola idea de utilizar tecnologías ha parecido bastar, durante un tiempo, como garantía de calidad, de modernidad, de “estar a la última”.
Pero, ¿la gente sabe más?, ¿ha adquirido nuevos o mejores conocimientos? Si la respuesta es NO, es probablemente debido a uno o mas de estos errores (muchos de ellos no le son ajenos a la formación “tradicional”).
Primer error: las personas aprenden leyendo o escuchando
Es un error pensar que una persona aprenderá automáticamente por el hecho de exponerla frente a un profesor o unos contenidos digitales.
Lo que memorizamos se olvida y lo que recordamos no sabemos aplicarlo. En el caso de la formación online asumimos que los alumnos aprenderán leyendo y evaluamos lo que recuerdan a través de un test.
Sin embargo, las personas aprenden:
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Haciendo
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Persiguiendo objetivos que les importan
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Reflexionando sobre la forma de resolver los problemas
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Aprendiendo de los errores que comenten
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Con la ayuda de alguien con conocimientos y más experimentado
-
En un entorno libre de riesgos, con apariencia de trabajo real, que aliente la experimentación, el razonamiento, la toma de decisiones y el intercambio de experiencias.
Segundo error: la tecnología por delante de las personas
El “tecnocentrismo” es un hábito inconsciente y muy extendido que consiste en abordar los problemas desde la tecnología.
Lo realmente importante del aprendizaje es que las personas aprendan a hacer aquello que necesitarán para hacer mejor su trabajo y lo de menos es la modalidad de aprendizaje o la tecnología empleada. La tecnología no resuelve nuestros problemas, no responde las preguntas, son las personas la que lo hacen.
Tercer error: la información por delante de las personas
Vivimos en la era de la “intoxicación” por información. Ante tal avalancha de datos, lo único que estamos logrando es pasar de formar a informar y acabar por deformar.
Lo que le debemos pedir a un buen programa de aprendizaje es que no “intoxique”, que contenga la información necesaria y la estructura y diseño preciso para adquirir las competencias que necesita el alumno. La información no produce conocimiento si no hay práctica.
Cuarto error: el aprendizaje ocurre independientemente de la motivación
Uno está más motivado cuando ha participado activamente en la construcción de algo que de alguna manera le pertenece y lo identifica como propio. Si no participo, me cuesta motivarme y si no me motivo me cuesta aprender.
Los alumnos son emisores y receptores, construyen también ellos los cursos con sus aportaciones, opiniones, y preguntas. Aprenden de otros y con otros y no sólo sirven de apoyo al aprendizaje de sus compañeros sino que realimentan ediciones posteriores de los mismos. No hay mejor manera de aprender que enseñar a otros. El desafío es hacer que la gente quiera aprender y en la educación virtual, al no haber un profesor que nos mire a los ojos, el que tiene que tomar la iniciativa es el alumno.
Hay un último elemento muy relevante en relación a la motivación y es la enorme importancia de equivocarse, fracasar y cometer errores como detonante para el aprendizaje.
Posiblemente, la motivación es lo mas difícil de lograr online. Por tanto, es imprescindible plantear al participante proyectos reales y basados en objetivos que le interesen a él, apoyados en la tutoría proactiva, en definitiva en construir simulaciones donde puedan practicar aquellas tareas que les esperará al día siguiente en su puesto de trabajo. Que esto ocurra en un aula o en la virtualidad no tiene especial relevancia.
PRINCIPIOS DEL “PARADIGMA” DEL APRENDIZAJE ONLINE
Sin querer entrar en la discusión sobre si realmente hay o no un cambio en el paradigma metodológico a raíz de la incorporación de las tecnologías al mundo de la formación, lo que parece claro es que sí se ha producido un giro en la forma de acercarse a los distintos elementos que configuran la interacción didáctica, que se puede reflejar en los siguientes principios:
Enfoque de los alumnos como individuos y sus oportunidades para participar de forma más activa y tener más responsabilidad en su propio proceso de aprendizaje.
Planificación del aprendizaje en función de estilos de aprendizaje individuales. Permitir que los alumnos trabajen de acuerdo con su ritmo y su estilo de aprendizaje individual.
Se presta más atención a la participación social y, por lo tanto, al trabajo con las capacidades de comunicación y de colaboración.
Cambio del papel del profesor. Pasamos de un procesamiento de conocimientos “de profesor a alumnos” a procesos más “basados en el grupo” o “de alumno a alumno”, donde los profesores actúan de forma más sistemática como asesores, guías y supervisores, además de proporcionar el marco para el proceso de aprendizaje de sus alumnos.
De la reproducción a la construcción de conocimiento. Cambio de enfoque que se aleja del contenido y la capacidad de reproducir datos y conocimientos para orientarse hacia la creación de conocimiento. Los alumnos deben participar activamente en la construcción de conocimiento a través de su propio proceso de aprendizaje, trabajando tanto solos como en grupo. Experimentar y explorar son aspectos importantes de esta construcción activa de conocimiento.
Reorganización de la situación de aprendizaje que trasciende las maneras de pensar tradicionales definidas por el currículo, enfoques multidisciplinares y una organización y planificación del tiempo radicalmente distintas tanto del aprendizaje del alumnado como del trabajo del profesorado.
APRENDIZAJE A DISTANCIA: EL APRENDIZAJE AUTORREGULADO
Una de las principales características del aprendizaje adulto, especialmente en el campo de la enseñanza a distancia, es que el estudiante controla su propio proceso de aprendizaje. Este control responde a lo que llamamos aprendizaje autorregulado, que comporta “un proceso activo y constructivo por el cual el estudiante establece sus propios objetivos de aprendizaje, procurando monitorizar, regular y controlar sus pensamientos, su motivación y su comportamiento de acuerdo a dichos objetivos” (Pintrich, 2004).
En todos los modelos de autorregulación aplicados al aprendizaje, podemos encontrar tres fases o componentes principales en lo que se denomina Ciclo del Aprendizaje Autorregulado, una fase de planificación y preparación, una de ejecución y, finalmente, una de evaluación (Zimmerman, 1985). Veamos, de forma breve, cada fase:
Fase de planificación y preparación.
Durante esta fase las personas revisan sus motivos, identifican sus objetivos, analizan y planifican las tareas a realizar y valoran los recursos con los que cuentan (tanto personales como externos). Llevar a cabo una buena planificación y preparación requiere atender a las siguientes cuestiones:
- Recabar toda la información necesaria
- Analizar los motivos y objetivos personales
- Activar los conocimientos previos
- Planificar y organizar la distribución de actividades en el tiempo
Fase de ejecución de actividades.
En esta fase son importantes, por un lado poner en marcha estrategias de aprendizaje y de resolución de problemas, por otro, el proceso de auto-monitorización del progreso, que implica entrenar la capacidad para observar, analizar y detectar los progresos que se van realizando, lo cual contribuye a incrementar los niveles de satisfacción, así como la percepción de que uno es capaz de llevar a cabo correctamente las actividades propuestas y de mantener el control sobre el proceso. La auto-monitorización ayuda a sostener la motivación y el interés a lo largo de todo el proceso.
Fase de evaluación
Es conveniente no atribuir los fracasos a una falta de capacidad personal, sino detectar cuáles son los procesos que no se han controlado de forma correcta. De esta forma se pueden hacer aquellas modificaciones en el comportamiento que permitan un avance y no un estancamiento en el desarrollo del curso. En suma, la reflexión sobre los esfuerzos realizados previamente permite establecer un nuevo ciclo de autorregulación que comienza con una nueva planificación.
APRENDIZAJE COLABORATIVO Y TRABAJO EN EQUIPO VIRTUAL
El trabajo cooperativo es un proceso en el que cada individuo aprende más de lo que aprendería por sí solo, fruto de la interacción de los integrantes del equipo. Por lo tanto, un trabajo hecho con un grupo cooperativo tiene un resultado más enriquecedor del que tendría la suma del trabajo individual de cada miembro.
El éxito del equipo únicamente se conseguirá si todos los miembros del mismo equipo asimilan los objetivos que se están planteando y aprenden alguna cosa como equipo. La actividad se centra en “enseñarse” los unos a los otros, y asegurarse de que cada miembro del grupo ha conseguido un dominio de la totalidad del contenido. Es importante que la tarea planteada para todos sea realizada de forma compartida y todos puedan responder a una evaluación individual sin la ayuda del equipo.
Principios del Trabajo Cooperativo en entornos virtuales
El trabajo en equipo se fundamenta en el logro de un objetivo común mediante un intercambio que comporta trabajo individual y compartido. Esto implica la adquisición y puesta en práctica de los conocimientos, actitudes y habilidades configurados en los ámbitos siguientes:
1- La comunicación y la interacción como elementos esenciales
Al iniciar el trabajo en grupo es importante clarificar qué mecanismos y/o canales de comunicación e intercambio de información son los más adecuados en cada momento de elaboración del proyecto en función de la tarea que se está realizando:
·
Chats: facilita establecer procesos de comunicación ágiles que buscan llegar a acuerdos y resoluciones de forma rápida y puntual.
·
Correo electrónico: permite elaborar la información que uno recibe, invertir más tiempo y, por lo tanto, tratarla con mayor profundidad.
·
Documentos compartidos: comporta trabajar con la información de forma más elaborada, reflexiva y mayor detalle.
·
Encuentros virtuales: establecer encuentros de forma fija y periódica para generar confianza, asignar trabajo entre los miembros, realizar un seguimiento de la evolución de trabajo, etc.
2.- Estrategias de planificación y organización de las tareas individuales y colectivas
En este punto hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:
·
La configuración de grupos y equipos:
Es importante el conocimiento previo de los miembros para conformar los grupos, aclarar aspectos como la disponibilidad horaria, la identificación de intereses comunes, las tendencias en el funcionamiento habitual de trabajo, etc. El tiempo necesario para la configuración del grupo sería previo a un inicio del proyecto en sí.
·
La planificación del trabajo individual y compartido:
Es importante que todos los miembros del grupoconozcan de forma clara y concreta todas y cada una de las tareas a realizar.
·
La organización del intercambio de información:
Conviene planificar el trabajo de forma detallada considerando distintas alternativas, organizar cómo se trabaja cada tarea y una vez hecho esto, es importante tener en cuenta aspectos de temporalización: Establecer plazos de tiempo marcados para poner en común cada una de las tareas que se deben realizar de forma individual y negociar entre todos los miembros del grupo el tiempo de latencia que se dejará cuando sea necesario discutir si todo el mundo está de acuerdo ante una propuesta.
·
El intercambio y procesamiento de la información en equipo
·
El darse apoyo de forma cooperativa y favorecer una tarea de implicación conjunta.
Cada vez más, los centros de formación inicial y continua virtuales serán centros de aprendizaje a los cuales asistirán profesionales con formaciones y experiencias previos, con una variedad de conocimientos solidamente adquiridos que permitirá, a través de planteamientos didácticos abiertos, generar dinámicas positivas de trabajo y aprendizaje colaborativos.
ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS EN LA FORMACIÓN ONLINE
Autoformativa o centrada en los contenidos
Este modelo permite llevar a cabo procesos de formación online basados en una adecuada estructura y planificación del contenido, el cual se caracteriza por ser altamente interactivo, con el fin de compensar la falta de soporte por parte de un formador o tutor. El contenido se puede complementar con actividades de tipo autoformativo, como por ejemplo los test de autoevaluación al finalizar cada uno de los módulos de formación, cuyos resultados son corregidos por el propio sistema y presentados al participante de manera inmediata.
Autoformativa con soporte de un tutor
Este modelo se plantea con las mismas características que el anterior, a través de un aprendizaje individualizado. Adicionalmente, los cursos cuentan con un tutor/formador, el cual ofrece soporte al participante ante cualquier duda que pueda surgir de interpretación del contenido o cuestiones similares. En este modelo además de resolver dudas puntuales, el formador revisa y valora directamente las actividades prácticas y casos que se realizan por parte de cada participante.
Colaborativa
En este modelo interviene no sólo el trabajo que cada participante pueda realizar individualmente, sino también se incorporan una serie de herramientas que promueven el trabajo colaborativo en el aula virtual.
En este modelo, el aprendizaje es considerado activo y orientado a mantener al participante en una actitud abierta hacia la investigación, el análisis, la organización de la información y la generación de preguntas e inquietudes a través de una comunicación abierta y permanente no sólo con el formador, sino también con el resto de los componentes del grupo.
El formador crea dinámicas y actividades de trabajo en grupo, ya que aumentan de manera importante la motivación del participante en el curso y, por tanto, su capacidad de asimilación y adquisición de las habilidades que están definidas como objetivos pedagógicos del proceso.
Este tipo de intercambio se produce mediante la utilización de herramientas de comunicación accesibles de manera permanente y desde cualquier lugar, tanto de tipo síncrono como de tipo asíncrono, las cuales se utilizarán de acuerdo a los objetivos de cada curso. Este modelo, permite al participante administrar su propio tiempo de estudio que estará en consonancia con las necesidades específicas formativas que se decidan cubrir en cada caso.
En relación con estas estrategias metodológicas nos encontramos con los siguientes modelos de aprendizaje:
Basado en la adquisición de información: se espera que los alumnos estudien, interioricen y aprendan a través de la interacción con los materiales del curso que habitualmente se presentan en forma textual, aunque con algunos aportes de elementos multimedia.
Basado en el aprendizaje autónomo: se espera que el alumno aprenda de forma autónoma, organizándose su propio itinerario de formación a lo largo del programa. Para ello se proporcionan materiales, recursos, y se promueve que el alumnado busque, indague por sí mismo para encontrar los conocimientos del programa. En este proceso los tutores actúan como orientadores de un proceso abierto.
Basado en la colaboración entre el alumnado: se espera que el aprendizaje se apoye principalmente en el proceso de trabajo colaborativo. Para ello se promueve la resolución de problemas en grupo como forma primordial de aprendizaje.
Basado en la práctica: se espera que el alumnado demuestre competencia en la aplicación práctica de los contenidos del programa. Para ello, se espera que las tareas a desarrollar, tanto individuales como grupales, fomenten la transferencia de aprendizaje y reflexión sobre la práctica.
MODELOS DE TELETUTORIAS
En función de las estrategias metodológicas elegidas y de las etapas del proyecto en que participe el profesor nos vamos a encontrar con diferentes perfiles de tutor con competencias distintas. Así, por ejemplo y, tomando como referencia un diagrama de tres ejes de competencias: pedagógicas, técnicas y experto en contenidos, nos podemos encontrar las siguientes figuras:
Tutor dinamizador: aquel cuya función principal es dinamizar al grupo de alumnos a lo largo de todo el curso, facilitando su aprendizaje.
Tutor experto en el contenido: aquel que es experto en el contenido de formación y cuya función principal es resolver dudas en cuanto al contenido, proponer actividades de aprendizaje, preguntas de evaluación.
Tutor técnico: orienta y resuelve todos los problemas de carácter técnico- informático a los usuarios del sistema.
E. FASES DE IMPLANTACIÓN DEL PROYECTO
Para conseguir los objetivos señalados anteriormente, se plantean las siguientes fases para la implantación de la formación online en el CEJ:
1.
Selección de una plataforma tecnológica o entorno virtual de aprendizaje (EVA), que se materialice como Campus Virtual del CEJ.
Antes de reflejar los criterios que el CEJ tiene en cuenta para la selección de la plataforma educativa, recordemos algunos aspectos importantes sobre los Entornos Virtuales de Aprendizaje:
Un entorno virtual de aprendizaje es un lugar donde se llevan a cabo una serie de actividades con la finalidad de apoyar el aprendizaje y donde los actores tienen acceso a numerosos recursos. Este entorno virtual funciona sobre una plataforma que debe permitir todas las construcciones y diseños metodológicos posibles. De forma que permita “jugar” con los distintos elementos y servicios en una multiplicidad de entornos virtuales de aprendizaje.
Un entorno virtual de aprendizaje se debe centrar fundamentalmente en tres objetivos:
a. Facilitar al participante el aprendizaje y el autoestudio, integrando en la plataforma tecnológica los materiales didácticos necesarios y los mecanismos de control adecuados, conforme al diseño pedagógico del curso y a las necesidades particulares de formación.
b. Proporcionar las herramientas necesarias para facilitar la comunicación, la participación y la colaboración. Para ello, se proveen una serie de servicios que permitan las tutorías, las simulaciones y las pruebas prácticas, el seguimiento, las evaluaciones y la obtención de información adicional.
c. Proporcionar herramientas y mecanismos de gestión, que permitan automatizar ciertas tareas administrativas y por otra sirvan de apoyo a los agentes implicados en el seguimiento y evaluación de las actividades realizadas en la plataforma.
Los principales criterios tenidos en cuenta para esta selección han sido los siguientes:
·
Que sea una plataforma de software libre.
·
Que facilite diversas modalidades de formación; autoaprendizaje, aprendizaje colaborativo, aprendizaje basado en la práctica, etc.
·
Que sea flexible en cuanto al tiempo y estilos de aprendizaje.
·
Que posibilite la interrelación entre los diferentes participantes, fundamental en la educación a distancia (Herramientas de comunicación síncrona y asíncrona y de trabajo en grupo).
·
En cuanto a la “usabilidad”: Que presente una interface intuitiva y fácil de comprender para los usuarios y que proporcione a los participantes orientaciones acerca de cómo desenvolverse en el medio electrónico.
·
Que cumpla criterios de accesibilidad (facilidad con la que algo puede ser usado, visitado o accedido en general por todas las personas, y especialmente por aquéllas que poseen algún tipo de discapacidad)
2.
Personalización y adaptación de la plataforma a las necesidades del Centro de Estudios Jurídico de forma que el equipo docente y el alumnado se sientan en todo momento en el marco de la institución.
3.
Definición de nuevos roles y perfiles:
En proyectos de e-learning se configura un equipo técnico y humano dirigido al funcionamiento óptimo de los sistemas informáticos y telemáticos, y al control de la eficiencia y efectividad de los medios y métodos pedagógicos.
Director de proyecto. Responsable de la dirección del equipo hacia la consecución de los objetivos. Coordinación de todas las partes implicadas.
Experto en e-learning. Responsable del diseño metodológico. Planificación de actividades de formación y de la utilización de servicios y herramientas.
Experto temático. Experto en los temas objeto del curso, sus conocimientos son necesarios para diseñar y elaborar materiales didácticos y determinar actividades.
Diseñador de contenidos. Responsable de estructurar los contenidos de acuerdo a la metodología elegida. Adaptación de contenidos.
Diseñador gráfico /experto en multimedia. Competente en el manejo de herramientas para la creación de materiales de carácter gráfico, animaciones, gráficos, fotografía, etc.
Administrador de la plataforma. Responsable del funcionamiento y mejora de la plataforma tecnológica
Administrador del campus. Responsable de la administración del campus. Aplicación de las políticas de permisos, accesos, etc.
Teletutor. Facilitador del proceso de aprendizaje. La percepción del papel adecuado del profesor está cambiando: pasamos de un procesamiento de conocimientos “de profesor a alumnos” a procesos más “basados en el grupo” o “de alumno a alumno”, donde los tutores actúan de forma más sistemática como asesores, guías y supervisores, además de proporcionar el marco para el proceso de aprendizaje de sus alumnos
En el centro de Estudios Jurídicos, y tomando como referencia el rol de teletutor anteriormente señalado, nos hemos centramos sobre todo en la definición de dos roles:
TELEFORMADOR: Profesor, experto en la materia a impartir con competencias técnicas en manejo de entornos virtuales de aprendizaje y competencias pedagógicas en metodologías a distancia, a través de Internet.
Las funciones y tareas del teleformador serían las siguientes:
- Antes de comenzar la acción formativa: Elaborar una guía didáctica o plan de acción tutorial (sería similar a la programación de la clase presencial) que contenga aquellas actividades que tenga previsto realizar el teleformador durante el tiempo que dure su tutoría. Para realizar esta guía se les dará un guión o formulario con orientaciones sobre como cumplimentarlo.
- Al comienzo de la acción formativa: Elaborar y enviar mensaje/s inicial/es: bienvenida y presentación del teleformador y del tema, haciendo una introducción motivadora.
- A lo largo de la acción formativa: Orientar y facilitar el aprendizaje de los participantes, facilitando recursos (bibliografía, enlaces a WEB de interés, documentos sobre el tema, etc.). Resolver dudas en cuanto al contenido, respondiendo con rapidez. Proponer ejercicios y actividades de aprendizaje, individuales y/o grupales y corregirlas. Proponer y moderar foros de debate.
- Al final de la acción formativa:Elaborar y enviar mensajes de recapitulación, de despedida.
- Tras finalizar la acción formativa: Responder y remitir un cuestionario de valoración del curso, de los alumnos y de su tutoría, previamente elaborado por el CEJ.
Todas estas tareas se realizaran en mayor o menor medida dependiendo de la metodología del curso online (autoaprendizaje, aprendizaje colaborativo, aula virtual) y utlilizando las herramientas del Campus Virtual del CEJ: Novedades, agenda, foro, etc.
El teleformador debe adquirir el compromiso de responder como máximo en 24 horas las cuestiones que planteen los alumnos (48 horas los fines de semana).
DINAMIZADOR: Debe tener competencias técnicas en manejo de entornos virtuales de aprendizaje y competencias de comunicación y motivación a través de Internet.
Las tareas a desempeñar por el dinamizador serían::
•
Realizar el seguimiento y dinamización de los participantes en la acción formativa: profesores y alumnos, a través de un contacto proactivo.
•
Dar la información de carácter general: horarios y sistemas de atención al alumno y establecer, al comienzo del curso, las normas, y protocolos de comunicación online para que los alumnos conozcan cómo comunicarse síncrona y asíncronamente.
•
Resolver y/o canalizar con el Administrador de la Plataforma tecnológica de las consultas y los problemas que puedan surgir de carácter técnico.
•
Resolver las consultas relacionadas con la ejecución de los materiales (navegación, funcionalidad, etc.) y organización de las acciones de formación.
•
Canalizar las consultas dirigidas al teleformador (experto en el contenido del curso).
•
Organizar y dinamizar la participación de los alumnos. Observar la evolución del alumnado, proponiendo o tomando las medidas oportunas para implicar a los participantes en el seguimiento de la acción de formación.
•
Seguimiento personalizado de cada uno de los participantes a través de la consulta de los indicadores de seguimiento disponibles en el Campus Virtual.
•
Elaborar informes periódicos de seguimiento para el Coordinador de la actividad formativa.
El dinamizador se conectará diariamente al Campus Virtual para asegurarse de que el aprendizaje de los participantes se realiza conforme al plan previsto, estableciendo contacto con aquellos participantes que presenten cualquier tipo de anomalía. El contacto lo establecerá principalmente a través de las herramientas de comunicación de la plataforma, aunque también podrá utilizar el correo electrónico y el teléfono.
El dinamizador debe adquirir el compromiso de responder lo más rápido posible, como máximo en 24 horas, las cuestiones que planteen los alumnos (48 horas los fines de semana).
Se considera necesario un dinamizador por curso online (ratio de un dinamizador por 40 alumnos aproximadamente).
4.
Diseño y desarrollo de un curso de formación de “tele-formadores”.
Este curso se ha impartido con una metodología semipresencial (10 horas presenciales y 10 horas de formación online) con el objetivo de introducir a los participantes (futuros teleformadores del CEJ) en las metodologías de formación online y en las habilidades docentes necesarias para ser teletutor.
5.
Diseño y desarrollo de un curso piloto:
·
Selección del curso y configuración de un equipo de trabajo (director del curso, diseñadores de contenidos, etc.)
·
Diseño metodológico del curso: Autoaprendizaje, Aula virtual, Aprendizaje cooperativo: estudios de caso.
·
Virtualización de contenidos (transformar los materiales didácticos en contenidos para formación online)
·
Implantación del curso. Dinamización.
Como experiencia piloto se desarrolla, con una metodología semipresencial, un curso de Especialización en Asistencia Jurídica Tributaria, dirigido a Abogados del Estado. Este curso se imparte a lo largo de dos meses y medio, comenzando con un módulo de manejo en la plataforma digital en el que se pretende familiarizar a los participantes con el uso de las herramientas del campus virtual, y así minimizar los posibles problemas como usuarios de la aplicación.
Los siguientes módulos del curso, se desarrollan con una metodología también semipresencial, impartiéndose una jornada presencial cada 15 dias seguida de tres dias online, en los que se trabajan casos prácticos a través de foros de discusión.
6.
Evaluación de la experiencia piloto.
Para ello se esta elaborando un cuestionario de evaluación para que sea cumplimentado por todos los participantes en el curso, principalmente teleformadores y alumnos.
En base a los resultados de la evaluación, se diseñarán e implantaran cursos online con diferentes modalidades y dirigidos a los diferentes cuerpos objeto de formación del CEJ.
7.
Creación de comunidades virtuales de aprendizaje:
Se trataría de espacios en el campus virtual en los que, tanto los alumnos como el profesorado puedan comunicarse, de manera formal e informal, compartir información o debatir cuestiones de interés y actualidad y, se vayan consolidando poco a poco auténticas redes de colaboración y participación.
La construcción de comunidades virtuales de aprendizaje no requiere que el ordenador responda únicamente a un potente distribuidor de información, sino que se transforme en el medio gracias al cual se puede potenciar la realización de actividades que tienen lugar dentro de una comunidad “a distancia”, con resultados similares a los obtenidos en las comunidades presenciales.
Aquellos grupos cuyos miembros están involucrados en la realización de un proyecto de aprendizaje, basado en el intercambio y creación de conocimiento, y que promueven el desarrollo de ricas redes de interacción entre sus miembros, se constituyen en auténticas comunidades virtuales de aprendizaje.
Por tanto una comunidad virtual de aprendizaje, incluye tres conceptos centrales:
·
presenta todos los elementos que caracterizan a una comunidad “presencial”;
·
tiene su asiento en un entorno telemático, libre de limitaciones temporales y espaciales para la comunicación y el funcionamiento en grupo;
·
y su principal objetivo es aprender participando de forma activa para generar conjuntamente nuevo conocimiento.
Cada comunidad virtual necesita un espacio de comunicación y desarrollo. El espacio de las comunidades virtuales se ubica en el entorno de una plataforma educativa que ofrece determinados servicios. A diferencia de un espacio abierto en Internet, la plataforma ofrece la posibilidad de que todos los miembros del grupo desarrollen sus actividades y sus “encuentros” en un espacio privado en donde la historia del grupo y sus contribuciones van quedando reflejadas.
Los elementos necesarios para el desarrollo de una comunidad virtual de aprendizaje son los siguientes:
1.
Un soporte tecnológico:
2.
Interacción y comunicación
3.
Actividades que promuevan la participación y el aprendizaje colaborativo.
4.
La tutorización
Por el momento y también como experiencia piloto, en el CEJ se ha creado una comunidad virtual con los alumnos de la última promoción de fiscales que están en estos momentos recibiendo la formación inicial en el centro.
A MODO DE CONCLUSIÓN:
La incorporación de la formación online al Centro de Estudios Jurídicos implica un “cambio de cultura organizacional”, lo cual puede producir una cierta resistencia, que hace necesario tener preparadas las herramientas oportunas para gestionar dicho cambio y así, promover el éxito del mismo. Así, el paso de la formación presencial a la virtual supone una variación en el rol, de bastante envergadura, en los diferentes actores implicados en el proceso (directores y coordinadores de cursos, gestores, profesores y alumnos). En este sentido, la formación de formadores virtuales o tele-formadores se configura como una herramienta fundamental para facilitar este cambio.
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